Herirse, rayarse, arrugarse, estriarse, endurecerse, por dentro. Yo no pienso en la muerte; no soy consciente de ella; no veo que algo fulminante me vaya a pasar; no me imagino; nunca he estado cerca de ella. Tengo amigos que, ante ese comentario, me han dicho, imagínate que un día estas manos tuyas que ves ya no se mueven, ya no hacen, ya no te identifican, ya no eres tú, desapareces. Yo no entiendo cómo la enfermedad acaba con un cuerpo; nunca he visto morir a alguien; nunca he sufrido la muerte de alguien; no sé qué sea eso de la inexistencia absoluta del otro, ni de la mía. Cualquier cosa que me imagine está dentro de la experiencia de la existencia simplemente porque yo existo, eso me digo. En ese sentido, no sé si las heridas, las arrugas, las rayas, se presentan como mensajeros de la muerte o como comprobaciones de la existencia.
Herirse, rayarse, arrugarse, estriarse, endurecerse, por dentro. Yo no pienso en la muerte; no soy consciente de ella; no veo que algo fulminante me vaya a pasar; no me imagino; nunca he estado cerca de ella. Tengo amigos que, ante ese comentario, me han dicho, imagínate que un día estas manos tuyas que ves ya no se mueven, ya no hacen, ya no te identifican, ya no eres tú, desapareces. Yo no entiendo cómo la enfermedad acaba con un cuerpo; nunca he visto morir a alguien; nunca he sufrido la muerte de alguien; no sé qué sea eso de la inexistencia absoluta del otro, ni de la mía. Cualquier cosa que me imagine está dentro de la experiencia de la existencia simplemente porque yo existo, eso me digo. En ese sentido, no sé si las heridas, las arrugas, las rayas, se presentan como mensajeros de la muerte o como comprobaciones de la existencia.
ResponderEliminar