Alan Turing nació hace 100 años. Él es un ejemplo más de la intolerancia, de la imbecilidad humana.
Fue un matemático y filósofo inglés nacido en 1912. Se suicidó en 1954 ingiriendo cianuro, a los 41 años.
En 1952 reportó un robo menor, y a raíz de eso fue investigado por "actos graves de indecencia", después de revelar que había tenido un amante masculino en su casa. Puesto a elegir entre la cárcel (que le haría perder su trabajo en la Univeridad de Manchester, en la que podía usar una de las pocas computadoras del mundo) o la castración química (tratamiento hormonal que suprimiría sus deseos sexuales), eligió esta segunda opción.
Durante un año le inyectaron un estrógeno sintético que le alteró la líbido y el cuerpo y lo volvió impotente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario