Frente al espejo
peina sus cabellos
con elásticos
movimientos de felina
Embriagan al aire
sus aromas
Su piel desnuda
rompe la luz
y la devuelve en ecos
Cálidos atardeceres
frente al mar
sus ojos
plenos de libertades
de gaviota
Murmullos de mar
anidan en su pecho
cuyo oleaje aumenta
a leve soplo
Atávicos sonidos
brotan de su boca
y otra vez
como al principio
por un instante
somos uno
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